Artículo Vol.1, nº 18, 2024

Recordando a la poeta Azucena Caballero Herrera

Autor(es)

Zenobio Saldivia

Secciones

Sobre los autores

* Discurso en ocasión de celebración Día de la Poesía 2024. Universidad Tecnológica Metropolitana, Santiago de Chile, jueves 21 de marzo 2024. Fuente: Noticias UTEM. (15 mar. 2024). Recuperado de https://noticias.utem.cl/2024/03/15/utem-celebra-dia-de-la-poesia-con-recitales-y-actividades/

 

 

Autoridades de la Universidad Tecnológica Metropolitana, escritores, poetisas, colegas, artistas que nos acompañan, administrativos, Escritores, escritoras y poetas amigos y amigas de nuestra querida Azucena Caballero Herrera1.

Para este académico director del Departamento de Humanidades de nuestra corporación, es una enorme satisfacción poder compartir algunas notas y traer a presencia una vez más las características de la poesía de nuestra ilustre escritora y presidenta de la Sociedad de Escritores de Chile, Filial San Felipe.

Recordemos que entre sus obras poéticas figuran: Equívoco silencio… Inconclusos Itinerarios, Cuando el Morir no es sólo una palabra, y en narrativa recordemos Cuentos de Amor y Naturaleza, que escribimos en conjunto, y su participación en numerosas antologías poéticas de Chile y América, siendo su última obra el libro Sagrada Ceniza, que tuve el honor de comentar y analizar en el Salón Municipal de San Felipe, en el año 2016.

Quisiera comentar primero la faceta humana de Azucena, o como la percibió este servidor, y luego decir algo acerca de la estructura narrativa y poética de Azucena.

1. En cuanto a su condición de persona, nuestra poetisa era una mujer suave en el hablar, minuciosa en el trabajo, honrada y generosa con todos pero con los amigos mucho más. Era afectuosa, pero jamás zalamera, ordenada con sus cosas, con sus libros, con sus apuntes. Sabía apreciar la belleza de la naturaleza, del día y de los actos humanos. Justamente muchas de estas facetas se pueden observar en sus poesías. Gustaba de la plática instructiva y sincera y siempre estaba estimulando a los jóvenes escritores, por ejemplo, a Marco López, actual escritor aconcagüino. Y con sus hijos e hijas siempre era muy atenta y les cooperaba en todo lo que le era posible. Muchas veces vi estas atenciones de Azucena como madre y dejábamos hasta ahí nuestro trabajo en conjunto para seguir en otra ocasión. Era ejecutiva cuando debía organizar eventos con los escritores. Recuerdo, por ejemplo, el primer Encuentro de escritores nacionales realizado en San Felipe, para el cual consiguió el apoyo y los recursos con la Municipalidad de San Felipe. Fuimos unos 40 o 50 escritores que vinimos de distintas partes del país. No olvidó detalle, saludos protocolares, presencia de autoridades, almuerzo, regalos, en fin, todo.

Recuerdo gratamente por ejemplo, cuando platicábamos sobre narrativa o poesía o literatura chilena y universal juntos con don Hermelo Arabena Williams2, en la biblioteca de este autor, frente al Cine Aconcagua; o cuando articulábamos el texto en común: Cuentos de Amor y Naturaleza, que vio la luz en San Felipe en el año 2008, o en visitas que realizáramos a escuelas de la comuna para conmemorar el Día del Escritor, entre tantas y tantas ocasiones de trabajos compartidos. O el año 2013 cuando me presentó en su casa a su esposo, el periodista costarricense Roberto González Short.

Hoy, en el Día Internacional de la Poesía, rememoramos toda la obra poética de nuestra amiga que ha partido al infinito y hacemos votos para que entidades, corporaciones, o personas amantes de la cultura, difundan su obra. Esto creo sería el mejor modo de agradecer a Azucena por su poesía y su entrega a la región, al país y al mundo.

2. Ahora bien, e intentando un análisis desde la forma hasta el fondo de su obra poética que incluye también algunas narraciones, lo primero que llama la atención es el hecho de que Aconcagua -como región- está muy presente en su trabajo. Por ejemplo, el prólogo del texto Sagrada Ceniza es realizado por un aconcagüino, el escritor Marco López Aballay3, joven y emergente autor de Putaendo. Por otro lado, en la portada del mismo texto que mencionamos, aparecen retratos de la autora realizados por el decano de la pintura aconcagüina Luis López Lemus4 y por Flor Figueroa Merino, destacada pintora sanfelipeña. Y esta preocupación continúa nuevamente ya en el cuerpo del texto, con poemas alusivos a San Felipe como por ejemplo en el denominado Alameda Chacabuco, donde nuestra poetisa destaca la prestancia de los árboles y la sensación de frescura que produce esta acogedora avenida a los caminantes que se desplazan bajo la sombra de los añosos árboles.

En cuanto a sus poemas, llama la atención la delicadeza y fluidez conque los versos de nuestra poetisa se van superponiendo unos sobre otros; es como si un experimentado albañil supiera que tipo de ladrillo utilizar y en qué dirección y cuanto de basamento debe poner en cada línea de su construcción. En efecto, por ejemplo los poemas intitulados: Abuelo, Luna de Plata, Sagrada Ceniza, Espera en azul, Ensueño del jazmín, Calma u Onírica abstracción, son algunos de los más delicados y fluidos del texto. Todos sus versos nos hacen entrar a un espacio olvidado y a un mundo de terciopelo y nos hablan de la suavidad y de la calma de espíritus nobles, son versos “ingrávidos y gentiles”, como diría Antonio Machado.

Pero la delicadeza no es lo único que emana de la poesía de Azucena, también hay un propósito filosófico central; esto es, la idea de una unidad cósmica entre el ser humano y el universo infinito, la cohesión entre la gea y las formas de lo viviente, y de éstas con las fuerzas creadoras primigenias.

Por todo lo anterior, no es extraño que Azucena Caballero emplee tales notas características, como parte de su entramado dialéctico para estructurar sus poemas; mas no se trata de un estilo racionalizante o de un método comunicacional con ejes buscados en su escritorio para ordenar secuencias de palabras, sino que más bien el lector y los escritores que la conocimos, sabemos que es una expresión natural de su quehacer: es su deimon, es su voz interior, como decía Sócrates en el siglo V antes de nuestra era, cuando criticaba a la sociedad ateniense de su tiempo.

Por otro lado, hay algo en la poesía de Azucena que nos recuerda al poeta español Luis Cernuda Bidou, y sus trabajos tales como: Donde habite el olvido o Los placeres prohibidos, que son marcadamente delicados y románticos. Pero Azucena es Azucena y sus versos tienen también mucho más que las notas que hemos mencionado.

En general en sus distintos poemarios se observa una matriz central: un universo donde la estética y la armonía se encuentran gracias a al encabalgamiento cuidadoso que hace la autora, de unos poemas con otros, para que la lluvia de versos y palabras que trasuntan en sus páginas, queden alineados en la psiquis del lector, como trenzas brillantes de alguna doncella medieval bajo el sol otoñal, o como un catálogo ilustrado de estrellas que llenan de luces la mente de los astrónomos.

Y en relación a la parte de narrativa de su obra, esta se puede observar principalmente en dos textos: en Cuentos de Amor y Naturaleza y en Sagrada Ceniza, en los cuales aparecen breves narraciones diversas. Unos nos hablan de la miseria y de los sueños secretos para trascenderla, de las nuevas costumbres de nuestro tiempo, como por ejemplo navegar por Internet; otros aluden al cariño familiar, a la floresta, a los celos enfermizos de mujeres de fantasía, o al soterrado deseo de escribir por escribir, por ejemplo.

En fin, es el estilo de Azucena cuya creatividad pasa de su querida poesía a nuevas vetas de la prosa y de la narrativa breve; es que su fuerza creadora escapa a un solo formato y necesita cubrir expresiones que no ha abordado con tanta sistematicidad y necesita llegar a los picos más altos de la versátil creatividad literaria universal.

Agradezco a los organizadores de este evento, aquí en la Universidad Tecnológica Metropolitana, para conmemorar el Día Internacional de la Poesía y recordar la obra de Azucena; a la doctora Pilar Correa; a Mariela Ferrada, editora de las revistas Trilogía y Thélos de nuestra corporación; a nuestra decana, Julia Cerda; a nuestra vicedecana, Paulina Cárdenas; a los directores y directoras de escuelas; a Marco Rojas, jefe de la Biblioteca UTEM Área Central; a nuestros colegas, a los alumnos, a Gabriel Velozo por su creatividad poética, a los artistas Viviana Aparicio, Daniel González, Francisco Fuentes que nos acompañaron con su talento musical; a nuestra secretaria, Cecilia Osorio; a Isabel Garrido; a todos ustedes por vuestra compañía.

Muchas gracias
Santiago, 21 de marzo de 2024.

  1. Caballero Herrera, Azucena. Referencias criticas en Biblioteca Nacional Digital, Chile. En: https://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/628/w3-propertyvalue-989236.html
  2. Nota de la editora: Hermelo Arabena Williams (1905-2000). Poeta, crítico literario, ensayista y tradicionista chileno. Publicó críticas en diarios y periódicos como El Mercurio de Santiago, La Unión, Revista Nacional de Cultura y El Día de La Serena.
    Fuente: Letras de San Felipe.
  3. Nota de la editora: Marco López Aballay (Nac. Petorca, Chile 1968 -) Escritor, poeta, cronista, crítico y narrador del valle de Aconcagua. Entre sus obras están Diálogo nocturno (poesía, 2003); Cuentos Grabados, antología imaginaria con grabados de Pamela Román (2006); Historias de Rock (2012); A partir de la provincia, crónicas desde un bus rural (2017); A este lado del muro (poesía, 2018); Piedra Grande (2019); Madonna´s (2020); Recinto psiquiátrico (2021); Silicosis (2023), Hospital(2023). Colabora con columnas literarias en Viaje Inconcluso y en el diario El Trabajo de San Felipe. Fuente: Elipsis (27, nov., 2023). Entrevista a: Marco López Aballay. Recuperado de https://elipsisliteratura.wordpress.com/2023/11/27/entrevista-
    a-marco-lopez-aballay/
  4. Nota de la editora: Luis López Lemus (Nac. 21 de jun. 1906 – 12 de dic. 1989, San Felipe; Chile). Fuente: Lopez Aballay, M. (15 abr. 2028). Luis López Lemus. En: Aconcagua al Día – https://aconcaguaaldia.cl/luis-lopez-lemus/ Recuperado de https://
    aconcaguaaldia.cl/luis-lopez-lemus/