Artículo Vol. 1, n.º 14, 2022

Poemas de un invierno a lo lejos [cuando allá es primavera]: inéditos de Héctor Hernández Montecinos

Autor(es)

Héctor Hernández Montecinos

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Sobre los autores

 

FOBÉTOR

Un parque de diversiones no es un parque y tampoco divierte
todos los resultados son obtenidos, los regalos son gratis
las sorpresas son inesperadas y postizas las pelucas
no hay destino que no sea final ni lava que no sea volcánica
en sí bajamos para abajo por el lenguaje
y nos hacemos sordos sobre lo que los caballos pisan en el asfalto.

Hace tiempo se decía que las cosas perdidas paraban en la luna
la pregunta es cómo llegaban allí
uno quería saber eso y muchas cosas más sobre los ovnis
pero la palabrería es un comercio 24/7 que atiende un señor de mala gana
los amantes esperan afuera para entrar a robar más verbos de los que ya tienen
y las señoras murmuran mutuamente murmullos sobre todo lo que se repite.

Si las personas tuvieran en la boca rabia de verdad
echarían el mundo abajo desde sus propias ventanas cada amanecer:
los sueños lo llenan todo y traen de regreso las imágenes
que uno ve cuando se duerme mirando las estrellas y no el techo.

Perdóname, Dios, por este poema tan pedante
con los pantalones abajo y la marea alta.

Hablo solo en mi casa sola
encamado en una silla y cobijado con un gorro
pensando en la lengua dentro de mi cabeza y la que está fuera de ella.

Bueno, hay plazas que son bonitas
y los resultados negativos casi siempre son positivos
los descuentos son buenos en el súper cualquier día de la semana
el pelo, los dientes, el culo no escatiman en gastos.

Uno se consuela de que los mares antes eran desiertos
y los cráteres, campings llenos de dinosaurios.

El mundo está dentro del idioma de uno
afuera hay solo palabras mal explicadas, mal dichas
mal entendidas y mal intencionadas;
lo que uno cree que conoce es en definitiva lo que conoció
y atrás queda todo lo que tiene nombre por suerte.

El universo está congelado y el planeta arde
esto demuestra que lo amargo no es tan solo la ciencia
que ciertamente jamás ha sido neutral.

No se me ocurre qué más antes de dormirme
debo buscar mejores maneras para conciliar los sueños
que pensar en el paisaje del fondo de pantalla de Windows
que es una fotografía que se tomó en el Valle de Napa en 1996.

En fin, escribir un poema es mirar desde otro libro
añorar otra familia e imaginarse en otra casa
la vida que a uno le tocó son las palabras con que podemos enunciarla
ni fu ni fa
por su parte las cosas abren y cierran los ojos cuando las miramos bien
yo les hablo, agradezco y hasta hago funerales a los cuadernos y lápices
es un modo de darle bombo a eso de que la vida es sueño: sí y no.

Listo.
Desenchufar las córneas de los códigos de barra
bajar las cortinas del teléfono.

Torrevieja, 8 de enero, 2022.

 

CADÁVER

I

Un poema se abre cuando se cierra la boca
los fluidos se secan y todos se han ido
en las universidades y las morgues han suturado los cuerpos
y los cerros como las iglesias vuelven a estar a oscuras
es decir cuando los sonidos son los de la sobrevivencia.
Por allá en un bar alguien hace figuras frente al espejo de un baño
que posiblemente ha sido más veces lugar de reunión
que la propia esquina donde está el poema.
Hace bien olvidarse de todo esto
de la lengua, las manos y los ojos
tan expertos en imitar las contorsiones del ganado
que es lo que uno se come antes que los maten a ellos.
Siempre hablo de la guerra
que hizo volar en pedazos a las películas de guerra
que son la publicidad y no solo la de los objetos
que se miran hacia atrás sino también
de los que se olvidan hacia adelante.
Frente a los poemas somos siempre turistas
de esos que huyen al primer chispazo en la fantasía
o que pagan demás por la imaginación.

II

Un poema se abre y las vísceras se contraen
sobre todo las de la madre que tararea los tonos del rostro
y más aun los huesos estrangulados que es uno mismo en una cama.
El pasado se columpia en la economía de los fermentos
entre la ropa vieja que huele ya a cadáver y las señales de humo
que salen del televisor a leña en el horizonte.
Acá es invierno cuando allá los perros mueven la cola
y es primavera cuando se quedan en blanco.
Nadie piensa en realidad en la realidad
ella solita se ha buscado esa mala fama
de cartel de cine pintado con caca.
Jubilados y demases que escribimos
ya no le debemos nada ni al aire
que respiran los funcionarios dentro de los aviones
cuando caen como gotas de lluvia en el mar.

III

Un poema se abre cuando se acaba su botella
y aparece jugando a la pelota el único genio posible
con una cuchara en la boca y la nariz llena de harina.
No es tiempo de lámparas ni de introspección
ni de lobos de mar o nuevos continentes.
Mejor olvidarse de la estación y seguir de largo
por esta misma carretera al invierno.
La escenografía es la misma que la extinción
y de eso se trata siempre el poema:
desperdicios y aguafiestas.

Rumbo a Madrid, 15 de enero, 2022.

 

OTRA VEZ EL MAR

De prisa todo lo que morirá
de una enfermedad que no existe
más que en su distancia.
Desear es extrañar
y extrañar es imaginar
que cruzarás este límite
para la consagración que es el vino
en el templo de tu cuerpo
desnudo y dorado ante el sol
repitiendo el ciclo de la Tierra
que es venir e irse
en la sabana tropical
que son mis ojos ante ti.

Así los días
te volvieras a dejar caer como los astroso las esporas que son los astros
entre las carreteras
para aprender de nuevo
que nada importa más
que salir a flote y ser siempre otro.

Hay bonitas cortinas para desaparecer
de los recuerdos y la ropa sucia
de lo posible de una traición
pero he aquí una amistad de estar solos
festejando el mar y las piernas
las miradas y tu sonrisa radiante
que entonces sería también la mía.

Libros como yo
ansían ser tocados
por los dedos de un ángel
para arrodillarse ante la luz que brota
del centro de la Vía Láctea
donde envían poemas
quienes no han estado en noches como estas
enloquecidos de ternura
consternados de pasión.

Qué se parece a estas fantasías
más que el poema
que en todas sus ganas
se aproxima y se aleja
para que tú ocupes su lugar.

A veces me pregunto
en qué lengua juntos lloraríamos
hasta llegar al fondo
de nuestro corazón sin fondo
que no es otra cosa
que una pena que llora sangre.

Pasa la noche
pasa la vida y media
las primeras nubes y los autobuses
el mueble con las dos copas
espera el púrpura en los labios
que se besarán
al ritmo de las polillas
en una fiesta
que desaparecerá también
cuando tú y yo nos despidamos.

Torrevieja, 17 de enero, 2022.

 

[NO HAY MÁS…]

No hay más vacío que en el cuerpo
lleno de puertas semiabiertas y ventanas que dan al vértigo
como las del baño mirándolo a uno mismo ya sea sentado o de pie
haciendo croar a la lombriz solitaria
que es la primerísima de todos los gusanos
que degustarán el ensangrentado cadáver.
Así de sombrío está el verano en el mapa y las máquinas de reproducción
mientras que pasa un animalito a caballo de sí mismo
hacia el cuarto donde se guardan los hijos junto a los autos en miniatura.
Uno enloquece como conejo asustado en un bolsillo cuando se despierta
porque no hay más señales de que se sigue vivo que los huesos y el amanecer
contra los cuales uno se erigirá durante todo el día en la cama
despidiéndose del país, el gluten, recuerdos y calcetines sucios.
Dije cuerpo cuando quise decir casa y realidad cuando era cansancio
dije poemas y eran cosas sencillas de explicar pero no lo hice.
Sonríe el cielo en la ventana y eso era todo.

 

SERES QUERIDOS

En el universo lo único que hay son pájaros y ninguno tiene nombre
tampoco amor, esperanzas ni ganas de ser recordados
más allá del charquito de agua que comparten con los perros
pero el universo es muy grande y está demasiado lejos piensa aquel hombre
y yo pienso que justamente por eso no es un pájaro.
Si puedes partir, parte; si alguien te ofrece un cigarrillo acéptalo
aunque no fumes, no hables su idioma o tengas algo que hacer.
Todo lo que vive inhala, exhala y más tarde desaparecerá
pero luego volverá a inhalar y exhalar y tú no estarás allí.
No se trata de cuán lejos o cuán cerca, cuánta luz o basura
afuera llueve y a lo lejos alguien grita con la boca del estómago
unas palabras que de tan desconocidas se parecen a esta ciudad
o a las células de colores del blanco y vaporoso semen en el baño.
Son siglos extraños los de estos días, seres queridos
muchos números y reyes que escapan de las instantáneas
que toman los satélites desde esos abismos que son los signos del zodiaco
donde tantos animalitos hacen caca sobre la Tierra.
Los pájaros no. Sus átomos, no tienen peso ni medida
y la sombra que proyectan sobre estas lindas fachadas
son las gotas de sangre de su pintor.
No pienses más en esto, que ya otros lo olvidarán también
lo único que queda es el cuerpo y el agua
que solo se niega a los huesos y a los primeros rayos del sol.

Granada, 28 de enero, 2022.

 

TORREVIEJA-ALICANTE

Por la ventana se ve un lago y por el otro lado el mar
y la sal carcome el sol de este atardecer sobre la carretera.
Atrás mío dos chicos murmuran frente a una pantalla
que no es la del teléfono sino la ventana donde se miran
tan jóvenes y hermosos el uno para el otro.
Luego del resplandor de un silencio donde seguro se tomaron las manos
uno dice que ha escrito una poesía pero bajan la voz
para que nadie en el universo abra un refrigerador o se ponga a barrer.
Yo me quito los audífonos lentamente y apoyo mi cabeza en el asiento
como si fuera la de quien oye imaginándose en el regazo de su amado.

Gente llena de amor que se viste tan bonito
para ir a pasear al perro junto a los autos que en una semana lo matarán
Gente llena de amor que repite el nombre del otro
como si fuera una contraseña para salir del laberinto de las deudas
Gente llena de amor rodeada de sudacas, negros, chinos y moros
que juntan sus rodillitas para susurrarse poemas al oído.

Ninguno de los dos entendió. Digo yo y el otro enamorado
cuando dijo gracia yo entendí desgracia
y la metáfora de la espuma parecía de desengrasante para la loza
un solo verso tenía las palabras: alabastro, clepsidra, mármol
y terminaba con algo de un pantalón y un desodorante.
Todos los objetos del mundo son posibles para los enamorados
porque el mundo para los enamorados es ellos mismos incluido el diccionario
sin embargo casi al final distinguí nítidamente la palabra gracias
y me pareció sin duda que ese chico era el mejor poeta del autobús.

29 de enero de 2022.

 

[EL LENGUAJE AMANECE AZUL…]

El lenguaje amanece azul
por el frío y el mar
a torso descubierto
llega a la puerta
y me pregunta algo que no entiendo.
En estos casos
el secreto es decir siempre sí
con los testículos en la mano
y los riñones bien puestos:
no hay rodilla que no pueda soportar
el peso del amanecer.
Cuando menos se espera
el lenguaje ya está aquí
se come lo que encuentra en el refrigerador
y deja el jabón lleno de pelos
luego de una ducha que vale quilates.
Pone algo de música
y me pide que lo despierte
hasta la hora del horizonte
pues lo que pasa es que en el fondo
a todos nos duele
subirse y bajarse de la realidad.

Para pasar estas noches
hay que tener estrella
pero también nube y agujero negro.
Nacer es morirse
y ahí comienza el problema
porque nunca morimos
sino que nos convertimos
también en lenguaje
que otros menos enloquecidos
ocuparán para ir de compras
o de contraseña para abrir sesión.

Se despierta llorando el lenguaje
y me pide que vaya por ahí
a algún tugurio o a caminar en círculos
con el ojo derecho cerrado;
quiere a estar a solas
y de cierto modo lo entiendo
sin duda es una joya
pero también un plomo
la cosa más sencilla
y la más ensortijada
entre los dedos de los sapos.

Basura
pensamiento
diamante:
subproductos de la playa
que son las oleadas
que rugen y se van.

Termina su estruendo
y pasa por mi lado sin decir nada
hasta volverse con el mismo azul
y el rostro lleno de luz.

Otro poema sin título.

Inmediatamente después de haber leído

Estas palabras
Cierre puertas y ventanas
No parpadee demasiado.

Jorge Eduardo Eielson

Torrevieja, 31 de enero, 2022.

 

 

ACERCA DEL AUTOR

Héctor Hernández Montecinos
(Santiago, Chile, 1979 – )

Poeta, ensayista, editor y docente. . Es en magíster en letras y doctor en Literatura por la Pontificia Universidad Católica de Chile. A los 19 años recibió el Premio Mustakis a Jóvenes Talentos. A los 29, el Premio Pablo Neruda por su destacada trayectoria tanto en Chile como en el extranjero. Ha sido becario del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile, Fundación Andes, Fonca (México), Aecid (España) y Conicyt (actual Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo). Es el compilador de los dos tomos de 4M3R1C4: Novísima poesía latinoamericana (2010 y 2017) y Halo: 19 poetas chilenos nacidos en los 90 (2014). Apareció en Cuerpo plural. Antología de la poesía hispanoamericana contemporánea (2010) de Pre-Textos y El Canon Abierto. Última poesía en español (2015) de Visor, entre otras. Su proyecto en poesía, Arquitectura de la Mentalidad, está conformado por La Divina Revelación (1999-2011), Debajo de la Lengua (2007-2009) y OIIII (2012-2019). Sus libros autobiográficos sobre el quehacer poético son: Buenas noches luciérnagas (2017), Los nombres propios (2019) y Contra el amanecer (en preparación).

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Hernández Montecinos, Héctor
– (2021). Debajo de la Lengua: arquitectura de la mentalidad. Providencia, Santiago de Chile: Ærea, un sello de RIL editores.
– (2020). OIIII: arquitectura de la mentalidad. Providencia, Santiago de Chile: Ærea, un sello de RIL editores.

– (2018). Los nombres propios: materiales para un ensayo de vida. Providencia, Santiago de Chile: Ærea, un sello de RIL editores.
– (2017). Buenas noches luciérnagas: materiales para un ensayo de vida. Providencia, Santiago de Chile : Ærea, un sello de RIL editores.
– (2011). La Divina Revelación. Ciudad de México: Aldus.
– Hernández Montecinos, H. (comp.) (2010). 4M3R1C4: novísima poesía latinoamericana. Santiago de Chile: Editorial Ventana Abierta.
– Hernández Montecinos, H. (comp.) (2017). 4M3R1C4 2.0: novísima poesía latinoamericana. Cáceres, España: Ediciones Liliputienses.
– Hernández Montecinos, H. (comp.) (2014). Halo: 19 poetas chilenos nacidos en los 90. Santiago de Chile: J. C. Sáez Editor SpA.
– Guerrero, G. (2010). Cuerpo plural: Antología de la poesía hispanoamericana contemporánea. Valencia, España: Editorial Pre-Textos.
– Remedios Sánchez, G (comp.) y Geits, A. (ed.) (2015). El canon abierto: Última poesía en español (1970-1985). Madrid, España: Visor.