Artículo Vol. 1, n.º 13, 2021

Poesía juvenil del 8º Concurso Literario Albatros (Chile)

Secciones

Sobre los autores

8º concurso literario Albatros, 2021 (Chile). Estudiantes de enseñanza media colegios fiscales, municipales, o subvencionados fiscales. Convoca: Corporación Social y Cultural Justicia y Libertad. Patrocinan: Sociedad de Escritores de Chile (SECH) y Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM). Recuperado de: https://vtte.utem.cl/concurso-literario-albatros-2021/

Jurado presidido por Alejandra del Río Lohan, poeta chilena. Mariela Ferrada Cubillos, académica Universidad Tecnológica Metropolitana, Alejandro Beiza Delgado, miembro de la Corporación Social y Cultural Justicia y Libertad. Coordinador Juan Pablo del Río, Sociedad de Escritores de Chile (SECH). Hernán León González, Encargado de Dirección de Desarrollo Cultura Universidad Tecnológica Metropolitana.

 

I.- Lucien d’Astier4

Brevísima historia social del movimiento obrero en Europa, América Latina y el mundo (desde el siglo XIX hasta la posmodernidad).

 

… y un son que comienza a andar:

 

El cadalso (o la antigua cadena)

 

Hay más palabras que engranajes fluyendo.

Hay, más que humo, defectos en la aurora.

¿No has visto la tez desnuda del designio?

Muerto el ángel,

caerán también sus sombras.

 

Desgárrate los brazos trepando por los Andes,

ídem al precipicio que nos condena siempre;

pero los abedules espiarán ya sin ojos,

no absorbiendo las luces de tu arrebol naciente.

 

Aguarda del estrépito infinito

algo más que tornasoles,

 

camarada.

 

Anarquía

 

y será nuestra la pampa   decían

pero la termidoriana los miraba

—(entre)Besos toxicómanos—

la termidoriana nos miraba

 

… Qué pasa con el aire??…

—Pasa que los perros

beben de las fosas comunes

 

No.

 

Candela

 

No volveremos hacia la magma profunda,

ni caerán los cielos

por el despecho de un arconte.

Será la luz del hierro enarbolada

como cometa, surco de sentido,

para entregar el llanto a las constelaciones.

 

 

Sin saciar de voces

 

Y en el célibe clamor de la esperanza,

besaremos las angustias sempiternas.

Se desharán las llagas, los anhelos,

que de pronto fueron carne más que espada;

que de pronto,

con sus lenguas

fétidas,

acariciaron más el llano que las llamas.

 

O derramando la luna con codicia

traerá presto a tu boca semiabierta

el néctar dulce, puritano del recelo.

¿Quién dirá del relieve que imposible,

por temerario en su muestra de deseo,

es su rostro, contra las cúpulas transverso?

 

 

Aquelarre solidario

 

Y vienen mil demonios, insectos en trifulca;

pero la sangre no es una, sino reyes,

y la consigna se extiende con el viento

porque las alabardas

a todo humano queman.

¡Miseria, miseria,

vienen los astros y se vuelven quemadura!

Pero

aunque soy yo y eres nosotros,

formamos del encierro una codicia

por tantos parásitos,

tantos secretos asesinos

que se van asimilando a la distancia.

No me creas;

aún confío en ti.

 

Del hijo que deseamos

 

Hebras de pasión

arrancadas desde el lodo

te obsequiaron,

entintadas furibundas de victoria.

No quisiera de ti

atestiguar nada más.

Nada más…

No me hagas torturarte sin remedio.

 

No me hagas defenderte de tus garras:

sus filos de amianto

dañan más que las cavernas.

No me hagas resistir a nuestro éxtasis,

qué pena, más qué

pena, es subestrado;

es la lascivia

de querer rajar mis venas.

 

Teseo

I

Mientras el rojo nacía,

iban cayendo del prado,

como los frutos del árbol,

los hombres a escopetazos.

Empujados por el viento,

hombres viejos y hombres claros

se desnudaban de a poco

y se lanzaban al barro.

Pero pronto abrió la tierra,

con odio, sus propios brazos

y convirtió en cementerio

el cementerio pasado,

dejando con fe a su prole

los tugurios, los palacios.

Y el hombre seguía hombre,

aunque con menos embargo.

 

II

Cuando los hijos de Hefesto,

sin volver atrás la vista,

apagaban humaredas;

la luna, de tanta envidia,

el rojo del rojo cénit

convirtió en licor de guindas;
lo vertió luego en las copas

de un carnaval por la vida,

y enloqueció a todo el pueblo

con su sacra brujería.

Dicen que aún ella lloró

—de la pólvora perdida—.

 

Debajo de la tierra (y a pesar de todo)

 

Una gota.

Solo una gota

que a nuestra sed llegara, inmensa,

resolvió la dirección de nuestras luces.

Hacia los cerros,

de tumbas inmemoriales,

dirigimos la mirada.

 

Respiramos

y en el aire

confluían primaveras.

Galopamos

en el aciago ritmo de la guerra,

sin olvidar, no obstante,

el avanzado sentimiento de estar vivo.

El avanzado sentimiento de estar vivo,

aun si las gotas arreciaron en tormenta

y arroparon las cruces al estío.

Aun si nuestro amor,

encadenado,

fue arrojado

a un esclerótico baúl,

y cuando a Dios rogamos hospedaje,

fuimos ahogados

en azul.

 

Crisantemos para un milagro

 

A pesar de todo,

entregaste la

última partitura.

Las trompetas no bastaban;

no aceptaste siquiera

los fusiles:

convertiste al mundo

en instrumento,

y los cadáveres aullaron

al compás de una elegía

que, al fin,

no era para ellos.

 

Así se templó el acero

 

Si fuera la lluvia

quien templara los aceros en la grieta,

y no aquel,

guerrillero amaestrado,

recibiría el cielo más enigmas.

 

Si pudieran beberse,

como trovarse un eco nauseabundo,

las lágrimas de los desvanes,

quizá

tendríamos por fuero nuevos tientos.

 

 

Diálogo post mortem

 

Cuando cunde el aguacero,

la sintonía de tus sueños

se iguala de a poco a la mía.

Y si parece que lloro,

son solo chispas, que mis ojos

en lúgubre quema respiran.

 

Soneto desde el porvenir

 

Dulce de sed reverberan los sueños,

pasando por crisálidas marchitas,

de montañas en oro, cuya mitra

fórrase hoy de sangre en a degüello.

 

«Volcó a la voz la flora de entre hielos,

volcara el fetichismo, contra heridas

que el eros de la luna aún delira…

Salvo al callar de gritos con ajenjo».

 

Así cayó Malí sobre las brasas

que han conturbado gris reminiscencia.

Quisiera consolarnos; me desvivo,

 

contrayendo matrimonio con mis ansias

—mas, ¿qué deber le queda a la defensa? —,

por roer las paredes del delirio.

 

Otro recuadro se abre:

la roja nube sureña

que urdía puños de enjambre.

Supliqué tantas veces que no me abandonaras…

 

II.- Valentina Javiera Escobar Escalona5

 

Temblores

 

¿Han escuchado cuando dicen que los temblores son imposibles de predecir?

bueno, hay algunos no lo son.

Domingo 15:00 pm, primer aviso.

Qué fuerte cortan las palabras cuando vienen acompañadas de recuerdos.

Minutos fueron los que pasaron entre un tema y otro

palabras ahogantes entran por mi garganta

y no me dejan respirar.

Las imágenes pasan, pasan y pasan.

Recuerdos que no paran.

Fuerte aprieta la mano,

una marca en su codo la distrae.

Las imágenes no se detienen.

Preguntas llegan desde fuera hacia el centro de su cabeza

y ahí se quedan “¿Qué hubiera pasado si lo hubiera hecho?”

Una capa de recuerdos invade el momento.

Ve cómo poco a poco se va cerrando la puerta de la habitación

en la que había entrado sola.

La miran,

el silencio permanece,

las paredes se derrumban,

y sin notarlo

vuelve nuevamente a la realidad.

 

Domingo 23:51 pm, segundo aviso.

Muerte, miedo, amor

así se definía mi día.

Tranquila lee la niña (digo tranquila, para no alarmar) su libro.

un regalo de la madre que la quiere ver feliz (son palabras, no acciones)

mientras le dice que se quite el maquillaje

qué vergüenza le da y le voltea la cara cuando la ve diciendo que se siente cómoda con su

vestimenta.

 

El azul logra ser el antónimo de lo que era antes.

 

Y casi todo se voltea (digo casi, para que no se asusten)

pero claro,

ahora que lo miro desde el futuro lo veo así.

(o eso espero).

el corazón se me sale por cada segundo,

me duermo con el sentimiento (que para mi mala suerte, permanece por días).

Martes 01:29 am, tercer aviso.

Miedo, qué miedo me da perderte.

(por primera vez en mucho tiempo alguien que no es mi pareja me quiere)

la sal, cae desde mis ojos y no me deja ver.

y el miedo por la vergüenza a la burla me detiene.

Un mensaje enviado,

̈escribiendo…

estoy bien.”

duermo en paz. (por ahora).

 

Miércoles 08:00 am, cuarto aviso, mis piernas comienzan a temblar.

Recuerdos florecen dentro de mí.

piernas, gritos, insultos

reflejos de miedos que no quiero que te pertenezcan.

la angustia sigue aquí.

me despierto

me miro.

¿Será que es verdad lo que dicen?

 

Domingo desde las 16:00 pm, quinto aviso, casi no puedo respirar.

A gritos mi cuerpo pedía el desahogo.

Esperar, qué agotador es el tiempo cuando quiere ir en contra de uno.

Por el momento lo único que marcaba el día

era la traba que iba creciendo en mi garganta

que me impedía poder hablar

 

–o respirar–

las horas pasaban y pasaban

 

y cada vez estaba más cerca.

Pero de repente,

 

lo inesperado comienza a surgir

en segundos ladrillos comenzaron a aparecer a mi alrededor.

barreras cerraban las ventanas y me era imposible salir,

nuevamente, la espera se hacía presente.

y esta vez

dolía aún más.

 

Lunes 17:50. El día

Qué fuerte grita el silencio cuando pide ser escuchado.

No recuerdo cómo estaba el día, así que no lo puedo describir

pero sí recuerdo la nube que crecía en mi cabeza

y cómo me era incapaz de ver lo que sucedía a mi alrededor.

y de repente

como quien espera lo inesperado.

sucedió.

El epicentro fue en mi cabeza y mis piernas comenzaron a temblar,

brazos, manos, cabeza. Todo estaba por derrumbarse.

aire,

por favor dame aire

saca el cuchillo que clavé en mi garganta

y vuelve a empuñarlo en mi corazón.

necesito sentirme a salvo.

abre mis ventanas

pero no demasiado,

que el cielo me está gritando que viene a por mí

mientras mis paredes se derrumban.

por favor silencia las voces de mi cabeza

que me gritan que lo deje todo aquí.

Flechas comienzan a caer desde el lado al que mire

no puedo correr y me pierdo en el laberinto de mi cabeza,

una voz que me dice que me quede atenta

pero mis ojos ahogados ya no ven,

siento cómo el corazón sale de mí

y me da miedo soltarme la mano y herirme otra vez

¡Por favor

deja

de gritar!

Todo pasa en un segundo, pero no me puedo mover

mi mente me grita que corra

 

“rompe las paredes del laberinto y sal viva de ahí,

por favor no vuelvas a caer”.

Sentí cómo mis piernas hicieron lo imposible por moverse

el camino cada vez era más pequeño

y no sabía si las piedras que llevaba atadas a mis brazos iban a poder entran en el…

sin embargo, las olas empujaron mi torso

y me ayudaron a salir

pero las balas dirigidas hacia mi cabeza dificultan el camino.

Lo que no sabía, era que junto a la reja de salida había un abismo enorme del que quizás no

podría sobrevivir

¡Solo tienes que volar!

y de un segundo a otro,

sin siquiera notarlo,

caigo en un suelo de arena.

Abro los ojos,

mi habitación y yo sola en una esquina,

todo está normal.

Otra vez la caída fue más fuerte que yo.

 

III.- Thomas Cruz6

 

Réquiem Infernal

 

Versículo I: Descensum.

 

Despierto de mi prolongado sueño.

El Cielo se cae y no siento el Sol,

¿A dónde te has ido, mi buen Señor?

¿Qué ha causado tal acontecimiento?

 

Me habéis enviado del más allá

Para hallar al último hijo de Adán,

Pero no lo veo por acá.

Tal vez ya es demasiado tarde,

Espere un momento, aguarde.

 

Sí, esa es, la maldita caverna,

Aquella puerta eterna

Al mundo de los condenados

Y los demonios violentados.

 

Me adentro sin pensarlo más

Y caigo en la madriguera de conejo.

Mientras desciendo quedo perplejo

“Bienvenidos al reino de Satanás”

 

 

Almas en pena deambulan sin cesar,

Ese es su tormento, por siempre jamás.

Negro es el salitre de la ajetreada pampa,

Y grandes tortas de Centinela verás

Tras al río Aqueronte divisar.

 

“Ida para uno” le digo a mi viejo amigo.

Subo a su navío, y me recibe Caronte,

Siempre navegando el horizonte.

Me bajo una vez llegado a mi destino.

 

El juzgado de Minos aguarda mi llegada,

“Bailad, querido ángel, si queréis bajar”.

Al danzar con la bella reina-faraón

Brotan nenúfares de un amor en cuestión.

Torbellinos violáceos acompañan su cortejar

Y me nubla su fragancia sagrada.

 

Sus esclavos acarician su sexo

Llegando al éxtasis perfecto.

No caer en tentación es mi gran deber.

La función los ha de complacer.

 

Aparece ese macho dominante

Que la quiere como buen amante.

Finalizó el baile, lo he logrado.

Me largo de este círculo desquiciado.

 

Bajando por las cadenas del averno

El ambiente se torna pesado.

Enjambres de moscas,

Órganos podridos de mercado

Y bestias con cabezas de cerdo.

 

Llueve granizo en este fétido paisaje.

Tened cuidado con ese can salvaje.

Glotones y gandules pagan por igual

Teniendo que comer su desecho habitual.

 

“Qué coman pasteles” dice la burguesa

Mientras devora su interior de fresa.

Ya no aguanto este basurero,

Debo encontrar al Primero

Para guiarlo en su divino sendero.

 

Versículo II: Conflictus.

 

Siguiendo el camino tan conocido

Llego al hogar de los caídos.

No es sorpresa que aquí yazca

El monopolio de barba blanca.

 

Grandes montes de óbolos de oro

Son su más grande tesoro.

Pluto, príncipe de riquezas,

Castiga todas tus impurezas.

 

De zafiros a blancos diamantes

Cargan los pródigos gigantes.

Los demás arrastran su peso

Cual Sísifo siempre preso.

 

No hay rastros del crío.

Diantres, mejor me piro.

He de continuar mi viaje

Y no perder mi coraje.

 

Los cronopios y famas,

Abundantes seres petulantes,

Dan inicio a la laguna Estigia,

Y sus calcinados habitantes

Arden de ira en llamas.

 

Allí se encuentra él,

El colérico coronel

Que gasificó a tantas flores

En campos de concentraciones.

La impotencia dejémosla atrás,

La ciudadela de Dite conocerás.

Piedra liparita y obsidiana

Recubren sus altas murallas.

 

Los que negaron al Padre

Y creyeron en dioses falsos

Son golpeados con palos

Y encerrados en corrales.

 

Brujas y ruines profetas,

Reconocidos por sus siluetas,

Claman piedad a este pobre

Angélico ser de renombre.

 

Los gritos se van atenuando

A medida que sigo caminando.

El río de lava y flameante magma

Decora este demoniaco panorama.

 

Los cuervos molestan a alguien

“Nunca más, nunca más”.

Aguarda un segundo, es Dante

Y lo rescato sin mirar atrás.

“Tranquilo, soy yo, Virgilio”.

Al fin di con su paradero,

No fue fácil hallar al Primero.

Debo concluir mi oficio.

 

Tomo la mano del niño,

Y le sonrío con cariño.

Tenemos el viaje que continuar

Si con todo esto queremos acabar.

 

Versículo III: Liberatio.

 

Nos adentramos en el bosque.

Este no es lugar para alcornoques.

Colgados por sus penas están

Quienes erraron en ayudar.

 

Minotauro pardo de competencia,

Minotauro pardo de ilusión,

Minotauro pardo de la Mancha,

Minotauro pardo de Asterión,

Minotauro pardo de violencia.

 

Centauros nos observan a lo lejos

Juzgando nuestro andar complejo.

Sus lanzas teñidas de carmesí

Se encuentran por su frenesí.

 

Este no es lugar para el Hijo,

Que carece de regocijo.

Continuamos el sendero

Como valientes caballeros.

 

Le otorgo una corona de laurel

Y bajamos al siguiente nivel.

“Venga Dante, cerrad los ojos”

Comento mirándole de reojo.

 

Las malas fosas carecen

De luminosidad total,

Quebrando la zona mental

De todos los que padecen.

 

Fraudulentos y corruptos

Sufren en su designado grupo.

Diez castigos ocurren acá:

Desde marchar por la eternidad,

Hasta vomitar enfermedad.

 

Abandonamos la sombría zona

Bajando al último escalón.

¿Quién es aquel que impresiona

Con su gélido ciclón?

 

Sumergidos están tres gigantes

En el lago Cocito congelado,

Y aquí son los gobernantes

Al igual que su jefe alado.

 

Una gran apertura

En el centro de la Tierra

Me indican la falta de su figura.

Lucifer, destructor de Creta,

Te fuiste a librar una guerra.

 

El último hijo de Adán,

A quien fiel acompaño,

Ve al traidor de antaño

Con un espejo a su lado

Y una soga en mano.

“Dadme una moneda de plata

Si de aquí os queréis marchar”.

Judas, vendedor de Mesías,

No temió traicionar

Ni mucho menos matar.

 

Mi reflejo actúa sagaz.

Le pago la cuota fijada,

Dante asiente con su mirada.

No queremos a gente mordaz.

 

Pronto veremos al Sol

Y los dos estarán juntos.

Librémonos del mal profundo,

Vistámonos de girasol.

 

Conocerá a Beatriz,

La última hija de Eva,

La más bella doncella

Con su peculiar cicatriz.

 

Cruzamos el fino cristal.

Ya no estamos en Inferno.

Veo carnavales de Lispector

Acompañados de un Aleph eterno

Que adornan la capital.

 

“Somos libres” dice Adán.

No le quiero arruinar

Lo que acaba de mencionar.

Aún nos falta mucho más.

 

 

 

 

  1. Seudónimo de Miguel Andrés Vargas Zamora. Ganador del concurso, 2021. Filiación institucional: Internado Nacional Barros Arana (https://www.inba.cl/), 3° medio, Santiago de Chile. Correo: vientosuregno@gmail.com
  2. Segundo lugar concurso. Filiación institucional: Colegio Larun Rayun Puente Alto (http://larunrayun.webescuela.cl/), 4° medio, Santiago de Chile. Correo electrónico: valejavi.es@gmail.com
  3. Seudónimo de Joaquín Tomas Torres Burgos. Tercer lugar en el concurso. Filiación institucional: Colegio Inglés San José de Linderos (https://www.colegioinglessanjosedelinderos.com/), Buin, Chile. Correo electrónico: joatorres373@gmail.com
  4. Seudónimo de Miguel Andrés Vargas Zamora. Ganador del concurso, 2021. Filiación institucional: Internado Nacional Barros Arana (https://www.inba.cl/), 3° medio, Santiago de Chile. Correo: vientosuregno@gmail.com
  5. Segundo lugar concurso. Filiación institucional: Colegio Larun Rayun Puente Alto (http://larunrayun.webescuela.cl/), 4° medio, Santiago de Chile. Correo electrónico: valejavi.es@gmail.com
  6. Seudónimo de Joaquín Tomas Torres Burgos. Tercer lugar en el concurso. Filiación institucional: Colegio Inglés San José de Linderos (https://www.colegioinglessanjosedelinderos.com/), Buin, Chile. Correo electrónico: joatorres373@gmail.com